Los perros que llegan a las perreras municipales generalmente llegan por alguna de las siguientes excusas:
- sus dueños se cansaron de tenerlo,
- no resultó ser el perro que esperaban,
- hicieron el jardín nuevo,
- se cambiaron de casa,
- tiene alguna enfermedad crónica,
- lo atropelló un auto y no tiene remedio,
- lo atropelló un auto, tiene remedio, pero sale caro,
- se puso viejo y larga olor,
- conseguí un perrito nuevo,
- se enfermó hace mucho y no lo hicieron ver,
- tiene sarna,
- tiene garrapatas,
- tiene algún tipo de tumor,
- tiene moquillo,
- está flaco,
- no come,
- rompe todo,
- muerde a la gente,
- se escapa,
Es fácil ir a una perrera municipal en Argentina y encontrar perros sarnosos, pelados, flacos, desnutridos, apáticos, ladradores, lastimados en el hocico. La mayoría llegan así, y a pesar de los cuidados permanecen así. Tambien es común que al ver gente extraña, ladren, ahuyen, giman, lloren y demanden atención.
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